A diferencia de las patentes que se enfocan en la protección de invenciones técnicas tales como métodos de fabricación, composiciones farmacéuticas, aparatos vistos desde su configuración técnica, entre otros, los dibujos industriales protegen el aspecto estético de un producto, por ejemplo, el diseño de un teléfono celular, una cafetera, una lavadora, etc.
La protección de diseños industriales resulta muy importante, pues ayuda a las empresas a incrementar el valor de mercado de sus productos, además de que impide que otros utilicen sus diseños sin su autorización.
Más importante aún, para las empresas/diseñadores que buscan comercializar sus productos en el extranjero, la protección es necesaria para contar con los derechos exclusivos de los diseños, de manera que puedan venderlos o conceder licencias a terceros para su explotación.
El Sistema de La Haya, administrado por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), ofrece una manera sencilla, rápida y económica de proteger diseños industriales en el extranjero, en comparación con el sistema de Convenio en el cual el solicitante presenta sus solicitudes de manera individual en cada Oficina nacional de Patentes de su interés. A través de una única presentación ante una sola oficina (OMPI), en un solo lenguaje (español, inglés o francés), el pago de una sola tasa y un solo proceso de examen de forma, se obtiene un registro internacional que después se comunicará a las partes contratantes designadas por el solicitante mediante el Boletín de Modelos y Dibujos Internacionales.
Sin embargo, debe considerarse que las partes contratantes se reservan el derecho a denegar el registro por cuestiones de patentabilidad únicamente. Las cuestiones formales una vez aprobadas por la OMPI no pueden objetarse.
Desde su adopción en 1925 con el Arreglo de La Haya, el Sistema cuenta con 74 partes contratantes que abarcan 91 países y se espera que pronto más países se adhieran, como es el caso de China, país que probablemente forme parte del Sistema a finales de este año.
Asimismo, en una única solicitud pueden presentarse hasta 100 diseños industriales, siempre que cumplan con la misma clase de Locarno y tengan unidad de invención.
Además de las ventajas ya mencionadas, es importante resaltar que no se requiere presentar una solicitud nacional/regional de diseño industrial para presentar la solicitud internacional.
Pero nuestro país no se quiso quedar atrás y el pasado 06 de junio de 2020 entró en vigor su adhesión al Sistema. Cabe mencionar que somos el primer país de habla hispana de América Latina que se adhiere al sistema.
El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) ha establecido que habrá una tasa de designación individual (como en el caso de Estados Unidos) cuando se designe a México y ésta se dividirá en dos partes: una primera parte a pagarse en el momento de la presentación de la solicitud internacional y una segunda parte que deberá pagarse cuando el IMPI determine que el registro internacional cumple los requisitos de protección previstos en la legislación de México.
Finalmente, el IMPI también mantendrá los descuentos del 50% en las tasas anteriores (así como en otros conceptos) que aplican para personas físicas, PYMES, escuelas y centros de investigación.
Con la nueva adhesión de México al sistema de La Haya, esperemos que el número de presentaciones de diseños se incremente en nuestro país y que exista mayor motivación a presentar solicitudes internacionales para los diseñadores mexicanos que quieran obtener derechos exclusivos sobre sus diseños en el extranjero.
Quedamos en contacto para cualquier duda o aclaración.